Sobre la protección del oso pardo en Rumanía 

El peticionario condena la actuación de las autoridades locales de cuatro condados con importantes poblaciones de oso pardo, que afecta directamente a su hábitat y los obliga a abandonar sus territorios, aumentando así la frecuencia de las interacciones de los osos con los seres humanos. Según el peticionario, las autoridades locales hacen la vista gorda a la tala masiva e ilegal y aprueban la construcción de viviendas residenciales en zonas apartadas, incluidos parques nacionales en los que la legislación prohíbe la edificación. Por otra parte, el peticionario afirma que Rumanía es uno de los pocos países europeos que permite el acceso de vehículos a los caminos forestales, no dispone de legislación relativa a las personas que alteran el comportamiento de los animales salvajes ni les impone sanciones, y carece completamente de pasos de fauna que permitan que los animales silvestres atraviesen las carreteras y las autopistas de forma segura.