Sobre el maltrato de animales salvajes, de granja y vagabundos en Rumanía 

El peticionario pide atención y un cambio en el trato dispensado a los animales, en especial de tres tipos. En primer lugar, afirma que los animales salvajes y, en especial, los osos, ante la acelerada deforestación de Rumanía, tienden a descender de las zonas de montaña hacia zonas habitadas, lo que suele tener como consecuencia su muerte en accidentes de tráfico o a manos de cazadores furtivos. Pide un protocolo para transferir parte de los osos, extinguidos en muchos otros Estados miembros de la Unión, a santuarios y reservas naturales designados. El peticionario hace también referencia a las prácticas con los animales de granja, los que supuestamente, en especial en torno a días festivos, son sacrificados de manera cruel en nombre de las tradiciones. Finalmente pide un trato digno para los animales vagabundos (perros y gatos) para los cuales, según afirma, existen procesos de eliminación masiva financiados con fondos públicos, sin ningún tipo de sensibilización y sin aplicar sanciones a quienes abandonan animales en las calles. El peticionario afirma además que los criadores irregulares de perros y gatos venden fácilmente animales en internet, incluso animales enfermos, sin supervisión alguna de las autoridades.