Sobre asuntos relativos a la migración en Grecia, en concreto en la isla de Samos 

La peticionaria insta a las instituciones de la Unión a que tomen medidas para resolver lo que ella define como una situación excesivamente difícil para Grecia, ocasionada por la acogida de un gran número de migrantes. La peticionaria, una ciudadana alemana, reside en la isla de Samos y describe su experiencia cotidiana de no poder utilizar los servicios públicos básicos debido a la presencia de grandes grupos de migrantes, que viven en condiciones indignas y ejercen presión sobre los prestadores de servicios públicos. En particular, la peticionaria hace referencia a las largas colas en las oficinas de correos, donde los migrantes esperan las transferencias de dinero, y en los hospitales públicos, donde a menudo los migrantes reciben un trato prioritario, supuestamente por el miedo a las enfermedades transmisibles, lo que da lugar a que la población local quede desatendida. La peticionaria considera que la situación de vida actual de los migrantes en la isla es desfavorable para ellos así como para los habitantes locales de la isla. La peticionaria hace referencia a la necesidad de incrementar la asignación de los fondos de la Unión para ayudar a los migrantes y gestionar mejor las presiones que ejerce la migración sobre los servicios públicos en toda la Unión, en lugar de imponer una carga excesiva a Grecia como país, que aún se está recuperando de la crisis. Por lo tanto, pide a las instituciones de la Unión que hagan más para respaldar las iniciativas de financiación relacionadas con la migración a nivel local, en lugar de invertir en proyectos públicos respaldados por la Unión que la peticionaria califica de no prioritarios, como un museo marítimo cercano.