Destinar el Parador de Muxía a Residencia Pública de Mayores

La reciente experiencia de la pandemia provocada por el coronavirus ha dejado bien claro que uno de los puntos flacos de nuestro sistema es la atención de las personas mayores. Hemos visto como el COVID-19 se ha cebado con uno de los sectores más vulnerables de la sociedad. Y también hemos visto como se les ha abandonado e incluso sacrificado. No es justo y no se lo merecen. Han trabajado toda su vida para que este país sea lo que es hoy día, para que los que hemos llegado después tengamos una vida mejor. Se merecen respeto, atención y cuidados.

En las últimas décadas también hemos visto como se destinan inmensas cantidades de dinero público a construír grandes estructuras y edificios de difícil aprovechamiento social, muchas veces sin cumplir siquiera los plazos previstos, con grandes sobrecostes y alargando las obras durante tantos años que se olvida el propósito inicial. O simplemente ha pasado demasiado tiempo y ya es demasiado tarde para una generación que se ha hecho mayor.

Esto ha pasado con muchas de las obras prometidas para paliar la catástrofe del Prestige en 2002. A día de hoy casi ninguna se ha completado. Este año se había anunciado la apertura de una de esas infraestructuras prometidas en el Plan Galicia de 2003 (quien se acuerda ya?): el Parador de Turismo de Muxía. Como si fuera un aviso del destino, finalmente el Parador tampoco ha podido abrir, por la llegada del COVID-19. Y ya que hemos ganado este tiempo y que hemos visto el impacto de la enfermedad en nuestro entorno, os propongo que el edificio, en lugar de destinarse a alojar a visitantes con suficiente poder adquisitivo como para pagar 200€ por una habitación, sea dedicado al cuidado de los mayores de toda la zona que han sufrido durante toda su vida el impacto de sucesivas mareas negras y el abandono de su futuro.